Las piezas de acero fundido tienen una resistencia al c […]
Las piezas de acero fundido tienen una resistencia al calor adecuada, que depende específicamente de los materiales y tácticas de producción.
Las piezas fundidas de acero suelen estar hechas de materiales resistentes al exceso de electricidad, al calor y a la corrosión, como metal al carbono exquisito, metales de aleación, etc. Estas sustancias no están exentas de problemas de deformación, oxidación o producción de gases peligrosos a altas temperaturas, por lo que se pueden afrontar mejores temperaturas.
Además, las piezas fundidas de acero requieren un tratamiento térmico durante todo el proceso de producción para mejorar su residencia mecánica y su resistencia al calor. Por ejemplo, algunas piezas fundidas de acero se someten a enfriamiento, revenido y otros tratamientos para mejorar su dureza y resistencia al calor.
En general, las piezas fundidas de acero tienen una resistencia al calor deseable, pueden resistir altas temperaturas y tienen la máxima estabilidad y confiabilidad a altas temperaturas. Sin embargo, en un uso sensato, se deben tener en cuenta situaciones de aplicación y condiciones de funcionamiento precisas para garantizar la seguridad y fiabilidad de las piezas fundidas de acero.